Flor de Sal de Guerande, la sal bretona
Empezamos nuestro recorrido por las mejores sales del mundo por el país vecino. La sal que se extrae de la evaporación del agua del mar en las salinas de Bretaña (al norte de Francia) es casi una institución nacional, y las escamas que se forman en la parte superior componen la variedad más apreciada, conocida como Flor de Sal. La sal bretona adereza la mantequilla francesa y hasta el caramelo con el que se elaboran las famosas crepes de esta zona y otros dulces.
Sal del Himalaya
Parece ser que podría tratarse de la menos mala de las sales que podemos emplear para cocinar, por su contenido en minerales y oligoelementos. Esta sal se extrae de las minas de sal del Punjab (India) o de Paquistán, y debe su color rosado al contenido mineral. Mucho más saludable que las sales refinadas, esta sal no contiene aditivos como anti-aglomerantes, presentes habitualmente en las sales de mesa comunes.
Sal Maldon
Marina y cosechada a mano, la Sal Maldon (procedente de Maldon, en el Reino Unido) es filtrada y hervida, eliminando así las posibles impurezas. Las escamas de Sal Maldón son las preferidas por chefs de todo el mundo, y resultan un condimento imprescindible para aderezar los platos de carne.
Sal kosher
Se trata de una sal marina pura, sin aditivos, permitida en la tradición kosher de los judíos. Posee un grano grueso (que se puede moler para cocinar) y es muy apreciada por su pureza. Este tipo de sal era la empleada para conservar la carne en salazón, puesto que la tradición kosher obliga a consumirla rápidamente, o conservarla con este tipo de preparados.
Sal de Ibiza
La última de nuestra lista de las mejores sales del mundo es una aportación española. Bajo el nombre comercial de Sal de Ibiza (@saldeibiza) se venden una serie de productos gourmet (como chocolate o patatas fritas) aderezados con sal marina extraída de la isla pitiusa, cuyas salinas se explotan desde el 540 a.C., además de sal fina y gruesa.
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